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Hay discos específicos para cortar cerámica. Pero hablar de discos de diamante y de cuál es el más apropiado para cortar un tipo de material, en realidad depende mucho de nuestras necesidades de corte.
Conocer cómo funcionan los discos y cómo están creados, nos va a ayudar a entender mejor qué tipo de disco necesitamos o cuál es el mejor para cortar cerámica.
Los discos de diamante son un súper-abrasivo y están constituidos por un cuerpo circular, mayoritariamente de acero, llamado “alma”. El alma tiene en su periferia el material cortante en forma de una corona continua o bien en segmentos. Este material cortante al que llamamos banda diamantada se puede unir de diferentes formas al alma del disco, pero la más utilizada por RUBI es la soldadura láser.
En los discos, el tipo de fijación de los granos de diamante se puede hacer de 3 maneras diferentes, que son sinterización, electrodeposición y vacuum brazing. Pero en el caso de discos específicos para cortar cerámica, normalmente estaremos hablando de sinterización.
En el proceso de sinterización las partículas de diamante se mezclan con el aglomerante metálico y se consolidan mediante presión y temperatura, creando un sistema con diferentes estratos o capas de diamante que se ven expuestos a medida que la herramienta se va desgastando. A este conglomerado de metal y diamante se le denomina “liga”.
La relación entre el tamaño del grano de diamante, la concentración de los granos o partículas, y la dureza de la liga, varía en función de los requerimientos de cada disco.
Lo ideal es que se vayan desgastando ambas cosas al mismo tiempo. Si tenemos una liga blanda, el metal se irá desgastando y el diamante siempre aflorará para poder cortar con eficiencia, pero la vida del disco se verá afectada sobre todo al cortar materiales abrasivos.
Por el contrario, si tenemos una liga demasiado dura, el diamante se irá desgastando sin reponerse porque el aglomerante no se desgasta al mismo tiempo y la herramienta perderá su efectividad de corte. Es cuando decimos que el disco está embotado.
Para solucionar este problema, podemos utilizar un bloque limpiador, que es un súper-abrasivo que desgastará la liga del disco y hará que las partículas de diamante de las capas inferiores afloren.
Las tipologías de discos sinterizados son:
A mayor velocidad de corte, menor calidad y viceversa. Los discos con una relación velocidad-calidad más equilibrada son los tipo turbo y los viper.
En este vídeo puedes ver el disco de diamante CEV-SUPERPRO de 250mm funcionando en una RUBI DC250-850.
Ahora que ya conocemos cómo funcionan los discos, cómo están creados, las tipologías y sus características, debemos tener en cuenta 3 aspectos a la hora de elegir un disco de diamante:
Dependiendo del tipo de corte vamos a hacer, debemos pensar en qué tipo de máquina vamos a utilizar. ¿Una máquina eléctrica? ¿una amoladora? Y por consiguiente, qué tipo de refrigeración vamos a tener.
Hemos de tener en cuenta que los discos cortan por fricción y que son herramientas súper-abrasivas. Esa fricción genera elevadas temperaturas durante el corte y eso da lugar a 2 tipos de corte: corte húmedo y corte seco.
En el corte seco la única refrigeración es la que se hace mediante la ventilación que genera el propio disco al girar. Los discos de corte seco se pueden refrigerar con agua para mayor durabilidad y mejor acabado, pero los discos de corte húmedo nunca deben usarse sin agua.
En RUBI tenemos discos para cortar cerámica tanto en corte seco como en húmedo. Por eso antes de decidir, debemos saber qué máquina vamos a usar y tipo de refrigeración.
La 2ª cosa que hemos de tener en cuenta es qué tipo de materiales vamos a cortar.
Cuando hablamos de cortar cerámica o materiales cerámicos, ambos entran dentro del grupo de materiales silíceos. Dichos materiales que están compuestos principalmente por sílice, presentan una dureza media-alta, aunque algunos también pueden presentar índices muy elevados de abrasividad.
Entre los materiales silíceos más comunes se encuentra el grupo que nos interesa: cerámica o materiales cerámicos como el azulejo, el gres esmaltado o el gres porcelánico. También entran en este grupo el vidrio y el granito.
Por tanto, debido a la dureza de estos materiales, necesitaremos una combinación de grano pequeño, con una alta concentración de diamante y una liga blanda, que se desgaste al mismo tiempo que el diamante para evitar embotamientos del disco y tener un buen rendimiento de la herramienta.
El 3º aspecto a tener en cuenta es si necesitamos velocidad de corte o calidad de acabados.
Esto dependerá de los tipos de corte que vayamos a hacer. No es lo mismo hacer un corte recto o en diagonal, donde tal vez necesitemos velocidad, que hacer un inglete en el cual necesitaremos precisión y calidad de acabado.
No todos los discos sirven para todos los tipos de corte. Para ingletear o hacer corte a inglete necesitamos que los discos tengan el refuerzo y el grosor de alma suficiente para aguantar el corte a 45º sin romperse. El espesor de alma mínimo para ingletear varía en función del diámetro del disco.
Resumiendo, una vez hemos tenido en consideración si vamos a hacer corte húmedo o seco en función de la máquina que usaremos, las propiedades de dureza de un material como la cerámica, y si necesitamos velocidad de corte o calidad de acabados, ya estamos en condiciones de elegir el mejor disco para cortar cerámica.
De la gama de discos de diamante RUBI, podemos destacar los siguientes:
Para corte seco:
Para corte húmedo:
Aparte de estos, en RUBI tenemos muchos otros modelos de discos. Por eso, para ponerlo más fácil a la hora de elegir, utilizamos una clasificación por colores para facilitar la elección. Cada color nos dice para qué uso o aplicación está diseñado originalmente ese disco.
Esperamos que ahora que sabéis todo esto, os resulte más fácil elegir el mejor disco para cortar cerámica.